El mantenimiento de los cactus es uno de los más fáciles de hacer dentro del mundo de las plantas. No requieren mucha atención a excepción de alguna especie que sí que se tiene que ir más con cuenta, como por ejemplo los de la familia de los lithops (o piedras vivas como se llaman vulgarmente) o el templo de buda, que son muy sensibles a la humedad y al solo extremo. En cambio, alguno otro ejemplar como por ejemplo lo cereus peruvianus var. monstruosus o como muchos tipos de mammillaria no son nada complicados.
Como otras muchas plantas y árboles, cuando empieza el frío, entran en un estado de descanso para decirlo de alguna manera y es cuando se tiene que empezar a tener en cuenta muchas cosas como por ejemplo cuando se tienen que regar. Las plantas en general, acostumbran a ser de temporada, esto quiere decir que cuando tú las compras están guapas y el único que tienes que hacer es regarlas y, si se tercia, poner fertilizando para alargar algo más su vida. Pero llegará un punto que las flores morirán. Es este punto donde su vida ha llegado al fin. Está claro que también hay plantas que están hechas para que aguanten todo el año, pero el problema que se puede tener con esta clase, es que solo estarán radiantes cuando sea la temporada, el resto de año, solo tendrán el color verde de las hojas, y esto las puede hacer menos atractivas en los ojos de la gente. Y el mismo pasa con los bulbos, sean de tulipanes, jacintos o narcisos, las hojas empezarán a salir cuando empiece el buen tiempo, es decir, en la primavera. Harán dos o tres florecimientos y después tanto la flor como la hoja morirá, sabiendo que la próxima temporada, pasará exactamente el mismo.
Pues con los cactus pasa una cosa parecida. En la primavera empiezan a florecer, germinan y puedes sacar las semillas para poder crear nuevos ejemplares. Hay flores que se abren solo por la noche, hay que duras prácticamente mediodía y hay algunos, que las flores pueden llegar a durar una semana. Estos últimos son los menos comunes. Los más comunes suelen durar un par o tres de días. Ahora os podéis preguntar si las plantas son tan fáciles de cuidar y regar, qué complicación puede tener cuidar un cactus? Bien, existe un patrón de riego por los cactus no establecido, que es el que usa todo el mundo que conozco que tiene, y es: en verano, se puede elegir entre una vez por semana o una vez cada quince días, si se hace una vez cada semana, se tiene que tener en cuenta que el sustrato esté totalmente seco, puesto que si se riegan si hay agua acumulada, puede ser un motivo de pudrición y esto quiere decir matar el cactus. Por lo tanto, yo recomiendo espaciar los riegos cada quince días. Y en invierno, hay quién dice que se tienen que regar un golpe en el mes y los que dicen que no se tienen que regar hasta la primavera siguiente o hasta que las temperaturas mínimas sean superiores o iguales a ocho grados. Sinceramente, yo estoy con los que dicen de no regarlos hasta que no haya unas temperaturas decentes. Y el porqué pienso así es que en invierno ni hace calor ni el sol es tan caliente como el verano, esto es sinónimo que el agua acumulada al sustrato no se evapora, no marcha y como he dicho antes, si esto pasa, perdamos el cactus. Respecto al sol y al calor que hace en verano, como que cada vez la temperatura sube más, es recomendable en medio del día, cuando el sol está a su punto más alto, de tapar los cactus con una tela negra por ejemplo para evitar la deshidratación y que las capas superiores se puedan morir secando la planta y llevarla también en la muerte. Por lo tanto, una vez cada quince días en verano y dejar de suministrar agua cuando empieza el frío, a finales de otoño hasta la primavera. Con la apariencia que tienen parece que sean resistentes a todo, pero no es así. Existen unos fertilizantes especiales por cactus que se recomendado también en base del que diga el fabricante de aplicar cada cierto tiempo su producto para favorecer el crecimiento y sobre todo las floraciones. Algunas de las enfermedades que los pueden afectar son: las podredumbres, que se sequen por falta de agua durante el verano y también por una plaga llamada cochinilla que es un tipo de insecto que ataca a una gran variedad de plantas, pero que tiene fácil tratamiento. Si se quiere utilizar algún químico, se puede usar insecticida especializado. Si se quiere usar un tratamiento menos agresivo o más natural se puede usar un palo para limpiar las orejas, mojado con alcohol de las heridas con menos graduación, e ir sacando todos los insectos; para eso se necesita mucha paciencia.
Como todas las plantas, sean flores o cactus, necesitan unas ayudas para salir adelante, de igual manera que lo necesitamos nosotras las personas a medida que nos vayamos haciendo grandes. Existen una gran variedad de fertilizantes especializados en cualquier especie, pero por ejemplo, por plantas existe un tipo que se llama guano que sirve para todas las plantas en general, para cubrir las necesidades básicas para entendernos. Es un fertilizante totalmente natural sin químicos ni aditivos artificiales.
Existen también fertilizantes especiales para cactus, que como el de las plantas, también ofrecen las necesidades básicas que estos necesitan. Se tiene que tener mucho en cuenta que no se puede utilizar un fertilizante de cactus para abonar una planta, puesto que podría ser perjudicial por esta. No puede necesitar el mismo una margarita que una mammillaria. Por eso, en cualquier centro de jardinería sea una gran superficie o un garden, puedes encontrar el fertilizante que más se ajuste a tu planta. El centro donde sea que lo compres, te aconsejarán cuando es mejor usarlo. Y en caso de que no lo digan, si se trata de un abono líquido, a la parte trasera, siempre hay esta información complementaria aparte de las cosas básicas como por ejemplo no ingerir o que se tiene que mezclar con un porcentaje de agua porque las plantas lo puedan absorber mejor.