Aquí tenemos la Mammillaria Carmenae, se encuentra entre Ciudad Victoria y Tamaulipas en México y en parte de Norteamérica. Recibe el nombre vulgar de Biznaga de Reja en honor a su descubridor, que fue Marcelino Castañeda en 1953 cerca del rancho La Reja.
Es un cactus pequeño y solitario o a veces agrupado con unos tallos globosos y ovoidales de entre cuatro y diez centímetros de alto por entre tres y cinco de diámetro. Podemos ver que tiene alrededor de ciento espinas radiales suaves, finas y flexibles de color crema, blancas o de un amarillo pálido, con forma de estrella y de hasta cinco milímetros de largo. No tiene ninguna espina central y podemos observar también que tiene los tubérculos lanudos.
Las flores de esta Biznaga, son generalmente diurnas, desde el color blanco cremoso a rosa hasta el rosa pálido con los nervios centrales teñidos de color rosa. Pueden hacer hasta once milímetros de largo. Principalmente, empezarán a florecer desde finales de invierno hasta finales de primavera, ofreciendo una floración muy generosa, vaya, que os costará mucho no ver una flor de este ejemplar en toda la temporada. Cuando la flor se ha marchitado, deja paso a los frutos que son de color verdoso y acto seguido, podremos sacar las semillas, que estas son de color negro.
Os explico que a pesar de la considerable hibridación que tiene esta especie en viveros especializados, no todas las plantas que hacen la flor de color rosa son necesariamente híbridas, pues alguna especie que hace la flor de color rosa realmente existe en la naturaleza.
Su ubicación idónea es al exterior, a pleno sol o a la sombra de la tarde. En el interior, necesita luz brillante y un poco de sol directo, puede estar puesta en el balcón o en la ventana donde más horas le dé la radiación directa. Una buena iluminación es importante para mantener unas espinas coloridas y prietas.
Necesita un riego abundante, sobre todo en verano, una vez a la semana es suficiente, en la primavera podéis regar una vez cada quince días y en otoño, si estáis en una zona seca, una vez al mes. En invierno, dejar de regar. Antes de volver a regar, nos tenemos que asegurar que el sustrato está completamente seco, puesto que, si regamos en exceso, provocaremos la pudrición de las raíces y esto la llevará a la muerte.
Finalmente, este cactus es bastante resistente a las heladas, si se mantiene seco y sin mucha humedad, resiste temperaturas tan bajas como cinco grados negativos. No conviene llegar a estos extremos, por eso si no lo exponéis a menos de cinco grados positivos, no tendréis muchos problemas para hacer vivir este ejemplar tan bonito de Mammillaria.


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