Cactus Opuntia Microdasys

La Opuntia Microdasys, es conocida con el nombre vulgar de alas de ángel y es una de las especies de Opuntia más común que existe. La podemos encontrar de forma natural en zonas áridas de México, donde lo único que tienen es muy poca humedad y agua y mucho sol. Como otras muchas variedades de esta especie, a medida que va creciendo va formando un arbusto que acaba siendo muy denso. A pesar de que es una buena opción tenerla en el interior de casa junto a una ventana donde pueda recibir la mayor cantidad y horas de luz posible, si tenéis un balcón o un jardín, os recomiendo que la pongáis al exterior directamente, puesto que a pesar de que agradece la temperatura ambiental que se logra dentro de casa tanto en verano como en invierno, tenemos que recordar que sus orígenes son los desiertos, por eso, si la podéis tener al exterior, esta Opuntia todavía os lo agradecerá más.

A medida que va creciendo se va ramificando y formando segmentos, pencas u orejas (otro de sus nombres comunes es: orejas de conejo, porque a las ramificaciones también se les dice orejas) de unos quince centímetros de largo. Si nos fijamos, en las aréolas no hay pinchos, sino que hay unos pelos muy pequeños denominados «gloquidios» que, si por mala suerte os claváis uno, empezaréis a maldecir la planta en todos los idiomas inventados. Por eso, os recomiendo y aconsejo, que, si tenéis que tocar cualquier Opuntia, lo hagáis con unos guantes muy gruesos.

En cuanto al riego, durante el verano tiene que ser muy regular y moderado. Regar una vez a la semana cuando haga más calor será más que suficiente. En la primavera, cuando las temperaturas mínimas sean iguales o superiores a los seis grados positivos será el momento de empezar a regar, con una vez cada quince días habrá bastante. Y en otoño e invierno, si queréis regar solo una vez al mes en otoño y después dejar de aportar agua hasta la próxima primavera, será lo más apropiado.

Solo veremos la floración en aquellos ejemplares que superen los sesenta centímetros de altura si están las condiciones óptimas. Nos ofrecen unas flores pequeñas, de cuatro centímetros de diámetro de color amarillo y los bordes rojizos. Podremos disfrutar de este espectáculo desde el final de la primavera hasta el final del verano. La flor dejará paso a unos frutos pequeños de color rojo oscuro. Cómo he dicho antes, les gusta el sol directo, cuantas más horas mejor.

No resiste lo más mínimo ni el frío y mucho menos las heladas, por eso no conviene exponerlo a temperaturas inferiores de cinco grados positivos. Si lo exponemos a temperaturas más bajas de cinco grados, conseguiremos que se pudra y muera. Es una de las especies que puede recibir más ataques de plagas y enfermedades, siendo la cochinilla, los caracoles y las hormigas sus principales enemigos.