Aquí tenemos el Gymnocalycium Baldianum procedente de América del sur, se conoce con el sinónimo científico de Echinocactus Sanguiniflorus. De esta variedad se saben pocas cosas. Son cactus pequeños, globulares y aplanados en la parte alta, que no medirán más de quince centímetros de altura. Tiene entre nueve y once costillas con unos tubérculos muy prominentes.
No tiene espinas centrales, solo tiene entre cinco y siete de radiales y son pequeñas, blancas o grises y están enganchadas a la superficie del cactus. Las flores pueden ser de color púrpura, rojo o rosa y sorprendentemente, salen en ejemplares que son relativamente jóvenes. Florecen a principios del verano y cuando se han marchitado, dejan paso a sus frutos verdes de los cuales se podrán extraer las semillas para reproducir nuevos ejemplares.
Este Gymnocalycium prefiere estar semi sombra (si está al exterior) o en una sala muy bien iluminada, pero sobre todo que no le dé el sol directo. Es importante también, que en invierno la temperatura mínima no baje de los cinco grados positivos. Una helada siempre que sea muy puntual, no le hará daño. El riego será moderado en la época de calor y escaso o nulo cuando haga frío. Visto pues, os recomiendo que segáis este orden: una vez cada quince días en la primavera, una vez a la semana en verano y en otoño, regar solo una vez y anular el riego hasta la primavera siguiente, cuando llegue el frío. Cada vez que reguéis, os tenéis que asegurar que el sustrato está completamente seco.
Los cactus que son jóvenes pueden ser atacados por la cochinilla, pero aparte de esto, en los adultos y también los jóvenes no suelen presentar problemas de plagas y enfermedades.
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