La Kalanchoe Laxiflora es originaria de Madagascar y se conoce con el nombre vulgar de Kalanchoe aurora, más adelante sabréis el porqué. Es una especie de crecimiento rápido y presenta unos tallos alargados, un poco ramificados que pueden llegar a medir entre treinta y cincuenta centímetros de altura.
Sus hojas son de color verde claro, crecen opuestamente las unas con las otras y tienen los bordes irregulares y con forma de sierra. El color de los márgenes de las hojas variará dependiendo de la intensidad de luz que reciba. Puede ir desde el rosa al morado oscuro. Incluso, se ha dado algún caso donde pueden ser amarillo verdoso si no tienen suficiente luz. Es por este motivo que recibe este nombre vulgar, porque tienen la capacidad de cambiar de color solo con el sol.
Esta Kalanchoe tiene una forma curiosa de florecer, podremos notar que empieza la floración cuando las puntas de los tallos empiezan a apuntar hacia abajo, igual que las hojas de su alrededor. Al cabo de pocos días empezarán a salir unas flores cilíndricas, bastante numerosas, con forma de embudo y los colores pueden variar entre el amarillo y el rosa. Veremos estos pequeños cambios en otoño.
Sobrevive bien tanto en sol directo como con sombra parcial, en verano nos tenemos que asegurar de protegerla del sol del mediodía. Si queréis evitar posibles quemaduras en las hojas, podéis ponerla en un lugar muy bien iluminado, pero sin exposición solar. Sorprendentemente, aguanta heladas débiles siempre que no sean muy seguidas.
El riego tiene que ser abundante, pero poco seguido, exceptuando en otoño y la primavera, que es cuando la planta tiene más actividad, en verano regar una vez cada quince días, y en invierno dejar de regar completamente. Antes de volver a aportar agua, el sustrato tiene que estar completamente seco.
Finalmente, no tiene muchos enemigos, solo tenemos que procurar de no pasarnos con el agua ni con la humedad porque puede ser fatal para la planta.
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