Hoy os presento uno de los primeros cactus que tuve cuando empecé con esta colección de cactus. Estoy hablando de la Mammillaria Magnimamma o biznaga de espina solitaria si nos queremos referir a ella con su nombre vulgar. Esta especia la encontramos en México, sobre todo en el estado de Hidalgo.
Son cactus redondos con un color verde muy intenso que crea colonias muy extensas que no acostumbran a pasar los treinta centímetros de altura. Es un cactus curioso por sus espinas: tanto puede ser que no tenga, como que de un mismo lugar salgan media docena. Estas son blancas con la punta negra y no suelen ser muy largas.
Las flores coronan la Mammillaria con cuatro posibles colores: rosa, púrpura, crema y amarillo. Florecen sobre todo en la primavera, pero se puede alargar hasta finales de verano. Producen unos frutos de unos tres centímetros de longitud de un color rojo fuerte. Puede vivir bien con una exposición de sol directo o semisombra y en climas secos y cálidos.
Pueden aguantar temperaturas de hasta cero grados siempre que la tierra esté seca. Para regar, es interesante hacerlo moderadamente en la primavera y verano, siempre procurando que el agua no toque el cuerpo del cactus dejando de aportar agua completamente entre el otoño y el invierno.
Su punto débil es el exceso de agua y los ataques de la cochinilla y araña roja. La podemos reproducir a través de semillas (plantadas a finales de invierno) o con hijuelos que haga la planta madre.
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