Os presento uno de los cactus que diría yo que tengo obsesión por él, siempre que voy a algún lugar donde tienen esta especie, no puedo evitar de comprar uno, pero a veces me tengo que controlar mientras pienso: ¡tengo muchos de estos, no te hace falta otro! (esta es la única manera que tengo de no comprar todavía más). Se trata de la Parodia Leninghausii, procedente del estado de Río Grande del Sur, en el Brasil. Su nombre común más popular es el de pelota dorada. También, además, lo podemos encontrar como torre amarilla, ya que cuando crece lo hace de manera arbustiva. Tiene puerto arbustivo con los tallos agrupados, recto y de forma cilíndrica. Cuantas más veces se ramifica, más va aumentando su medida total.
Esta especie es una de las que se pueden contar y ver mejor las costillas y de donde salen las espinas. Tiene cerca de treinta costillas longitudinales bastante profundas. De cada aréola que también se ve bastante claramente, salen entre cuatro y cinco espinas centrales y unas veinte de radiales, de color amarillo y hay que decir que son bastante grandes, pueden hacer hasta diez centímetros de longitud. A pesar de que el cuerpo del cactus es de color verde claro, el amarillo se mezcla a causa de la gran cantidad de pinchos que tiene repartidos por toda su superficie, esto hace que se considere más verde amarillo que solo verde solo.
Normalmente, crece entre los sesenta centímetros y el metro de altura si está en las mejores condiciones. Tiene que estar mejor en una zona de semisombra y en las horas centrales del día, evitar los rayos del sol más directos y calientes. Si recibe demasiada insolación podemos provocar quemaduras en el cuerpo. No le gusta el frío y todavía menos las heladas. Es mejor no exponerlo a temperaturas inferiores a siete grados positivos. Si allá donde lo tenéis en invierno hace mucho frío, procurad protegerlo ya sea, si es posible, poniéndolo al interior de casa o si no es posible tapándolo con alguna cubierta.
En cuanto a las flores, yo personalmente no he visto nunca ninguno en floración, pero por lo que he visto en las investigaciones a internet o por personas que sí que han visto, son de un color amarillo intenso con forma de embudo. Hace unos pequeños frutos que no tienen espinas. El riego tiene que ser abundante en la primavera y verano (una vez a la semana en verano o bien una vez cada quince días tanto en la primavera y verano, dependiendo del calor que haga allá donde lo tengáis). En otoño se puede regar una vez al mes si el frío no es muy acusado, si ya las temperaturas en otoño son inferiores a los seis grados, dejar de regar hasta la temporada siguiente. Siempre asegurarnos que el sustrato está completamente seco antes de volver a regar.
Finalmente, no tiene muchos enemigos, solo tenemos que estar alerta en los veranos calurosos porque puede ser atacado por el pulgón y la cochinilla algodonosa.


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