Hoy os presento una planta suculenta que encuentro fascinante por la manera como crece. Se trata del Sedum Morganianum, que por quien no sepa cuál es, quizás lo conocereis mejor como Sedum burrito o directamente cola de burro. Procede del sur de México y Honduras.
Crece formando un racimo de hojas verde grisáceo que cuelgan de unos tallos largos. Cuando va creciendo, va formando un manto de hojas bastante espectacular, que si le gusta el lugar y lo tenemos en las mejores condiciones puede llegar a medir un metro de largo.
Es una variedad muy rústica, que sobrevive perfectamente sin sol. Si la compráis que es pequeña, ya va bien si la tenéis en una maceta decorativa, pero cuando empecéis a ver que los tallos han llegado a su punto máximo de crecimiento (en la maceta pequeña que sea donde lo tengáis) es importante que trasplantéis a un lugar que quede lejos del suelo, ya sea en una cesta colgada del techo o con una maceta clavada a la pared.
La floración se da desde la primavera hasta finales de verano, aparecen unas florecillas pequeñas de entre dos y cuatro centímetros, de color rosa con los pistilos amarillos. No necesita muchas atenciones, regarla de vez en cuando (no es necesario regarla semanalmente si no hay un calor muy acusado) y trasplantarla cuando sea necesario será más que suficiente para poder disfrutar de la cola de burro.
Para acabar, aparte de vigilar de no manipularla mucho para evitar dañarla, tenemos que procurar de no excedernos con el riego, porque esto podría llevar al hecho que se pudrieran las raíces y acabaran con ella. Aparte, también en invierno la tenemos que proteger porque no soporta temperaturas inferiores a los siete grados positivos. Si lo exponemos a temperaturas mínimas muy extremas, lo único que conseguiremos será matar la planta por congelación.
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