Cactus Astrophytum Myriostigma

Aquí tenemos un cactus que no puede faltar en ninguna colección. Se trata del Astrophytum Myriostigma y es originaria de México. A esta planta se la conoce como bonete de obispo. Cuando es pequeño tiene forma globular, pero a medida que va creciendo, también lo hace en altura, es decir, que a medida que se va desarrollando, se va volviendo columnar. Si es globular hace entre diez y veinticinco centímetros de diámetro y cuando es columnar llega a hacer entre sesenta y cien centímetros de altura. Tiene el cuerpo normalmente de color verde, pero si nos fijamos bien, podemos ver que tiene como unos puntitos blancos (que si los tocas con los dedos desaparecen) y esto puede hacer variar el color verde aportando coloraciones blanquecinas o grisáceas.

Una cosa que es muy característica de esta especie es que de normal tienen entre cuatro y cinco costillas, y a veces, muy puntualmente puede tener hasta ocho. Y otra cosa también muy característica y que es de agradecer, es que no tiene ni una sola espina. A lo largo de las costillas encontramos las aréolas en forma algodonosa y de color marrón.

Tiene una buena tolerancia al calor, necesita sol y soporta temperaturas de hasta cinco grados negativos, pero no conviene exponerlo a esta temperatura por mucho tiempo. Por eso, la temperatura ideal a la cual tendría que estar es entre los diez y los cinco grados positivos. Con esto nos aseguramos que no puede sufrir daños causados por el frío.

Las flores del bonete de obispo son grandes, hacen entre tres y seis centímetros de diámetro, y surgen de las aréolas que hay en la parte superior del cactus. Son de color amarillo y son espectaculares. Su vida mediana es de una semana aproximadamente. Un punto negativo es que pueden tardar hasta seis años a florecer. Florece desde la primavera hasta la llegada del otoño y el número de flores variará según el tamaño, la edad y la salud de la planta.

Necesita una buena iluminación por su buen desarrollo y floración. Es importante que lo tengáis al exterior y tenga: sol por las mañanas y semi sombra el resto del día. Necesita tener una humedad moderada en verano, por eso os aconsejo que lo reguéis una vez a la semana cuando haga más calor y en la primavera con una vez cada quince días es suficiente. En otoño e invierno, si estáis en una zona donde las temperaturas mínimas no bajan de los diez grados positivos, os podéis permitir de regarlo una vez al mes, y si no es así, no aportéis agua hasta la temporada próxima.

Sus raíces son muy sensibles al exceso de humedad. Tenéd cuidado que no se encharque el sustrato y no tendréis ningún problema para hacer vivir este magnífico ejemplar.