El cactus Cereus Forbesii var. Spiralis, es uno de los más bonitos y exóticos que existen. Procede de sur-América y se conoce con el sinónimo científico de Cereus spiralis o con los nombres vulgares de cactus espiral o cactus vela espiral. Su característica principal sin duda es la forma en que crece. Desde que son muy pequeños salen con la punta que ya tiene forma de espiral, y a medida que va creciendo, los espirales se van volviendo más prietos y densos. Puede superar los cinco metros de altura y medir cincuenta centímetros de diámetro. Se va ramificando con el paso del tiempo, y cada brazo también sale en forma de espiral.
Desgraciadamente, ha de tener una cosa mala, y es la floración. Produce unas flores muy grandes de unos quince centímetros de diámetro, que pueden ser blancas o tener tonos rosas. Y ahora diréis, ¿dónde está la cosa mala? Bien, tiene una floración nocturna, es decir que las flores se abren por la noche. Y este es el caso, se abren por la noche y al día siguiente, cuando sale el sol las flores ya se han marchitado. Deja paso a unos frutos grandes de forma globular que cuando son maduros se vuelven rojos. Necesita sol directo, menos en las horas más cálidas del día, donde le tendremos que proporcionar sombra.
El riego tiene que ser moderado durante la época de crecimiento, es decir, primavera y verano. Sabiendo esto, regaremos quincenalmente en la primavera, semanalmente en verano y en otoño, hasta el mes de octubre, solo una vez al mes. Después suprimir completamente el riego hasta que las temperaturas mínimas se estabilicen y estén por encima de los seis grados positivos.
Es muy resistente a las plagas y enfermedades, por eso no nos tendremos que preocupar. Lo que sí que tendremos que vigilar será de no regar excesivamente, que tenga un buen drenaje y sobre todo evitar las temperaturas demasiadas bajas.
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