Aquí tenemos el Ferocactus Pilosus. Se conoce mejor como biznaga de barril de limón y proviene de México. Su nombre en latín, tiene una traducción bastante curiosa pues «ferus» se atribuye a salvaje y «cactus» hace referencia a las espinas de algunas especies. Generalmente, es descrito como un cactus simple, pero lleno de pinchos, de entre cincuenta centímetros y un metro de alto y de treinta a sesenta centímetros a medida que va creciendo. El crecimiento de las espinas es bastante curioso también. De cada agujero de pinchos pueden salir entre cuatro y nueve, se pueden diferenciar claramente como cuatro de éstas se disponen en forma de cruz, mientras que las otras son bastante más cortas y se concentran alrededor de la cruz. Las espinas acostumbran a ser de color rojo, amarillo o ambos colores. Cuando acaba la floración, aparece un pequeño fruto amarillo y que, por cierto, es también comestible. Esta no es una planta a quien le guste estar en espacios cerrados o poco iluminados, por eso es bueno tenerlos al sol la mayor parte del día sin olvidar que los que son pequeños o tienen poca edad, os recomiendo que los pongáis un poco a la sombra en las horas más cálidas del día, así garantizamos un desarrollo óptimo.
Al ser una clase fuerte, tolera temperaturas de cuarenta grados de máxima, no le gusta lo más mínimo el frío, por eso es mejor no exponerlos a temperaturas inferiores de cinco grados positivos. Su temperatura ideal máxima está entre los veintidós y los treinta y dos grados. No aguanta nada bien los excesos de agua, a los pequeños si los regáis una vez al mes con agua de lluvia sin sobrepasar la maceta (esto quiere decir que el agua no llegue a tocar la parte superior del cactus, solo se tiene que mojar la tierra) y los que ya son adultos, sobreviven con el agua de lluvias ocasionales.
Un apunte curioso, en esta especie, se ha registrado algún cactus con ochenta años, y esto los hace ser muy longevos.
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