Hoy trataremos un cactus que es de los primeros que la gente compra cuando quieren empezar a coleccionar. Se trata de la Echinopsis Subdenudata, es endémica de Bolivia y Paraguay y la conocemos con el nombre vulgar de cactus lirio de pascua, en parte, gracias a la flor que hace. Es globular cuando es pequeño y, con el paso del tiempo se vuelve columnar y hace como mucho diez centímetros de altura y tiene el cuerpo de color verde oscuro.
Normalmente, tiene de ocho a doce costillas, ligeramente cónicas y con las aréolas lanosas, que están muy marcadas. A veces tiene una sola espina central, que no siempre existe y entre tres y siete de radiales y todas miden dos milímetros o menos. Con el paso de los años, sea si ha sufrido algún daño o por la edad, acaba emitiendo hijuelos.
Florece desde la primavera hasta finales de verano. Las flores son bastante grandes en comparación a la planta, miden entre quince y veintidós centímetros de largo por entre diez y quince de diámetro. La coloración acostumbra a ser siempre blanca, pero a veces, es posible encontrar ejemplares donde sea con la mezcla de blanco y rosa. Lamentablemente, no duran mucho abiertas, prácticamente solo un día, a pesar de que cuando empiezan a florecer, sacan muchas flores a la vez, y esto que duren solo un día no es tanto un problema.
Tiene que estar siempre en un lugar muy bien iluminado y también que durante unas cuántas horas en el día le dé el sol directamente. Tenemos que procurar de tenerlo en un lugar donde reciba suficiente luz, si no, veremos que empieza a estirarse más de la punta y a cambiar la coloración a un verde más claro, y esto es señal que está yendo a buscar la luz del sol. Si lo tenéis al exterior y cuando hace frío las temperaturas mínimas bajan de los cero grados, es conveniente que le proporcionéis un poco de cubierta, ya sea poniéndolo dentro de un invernadero o moviéndolo dentro de casa. Si lo ponéis en casa tenéis que ponerlo junto a una ventana donde tenga la máxima cantidad de luz posible.
En cuanto al riego tiene que ser más bien escaso, en la primavera regando cada quince días hay bastante, en verano, una vez por semana, y cuando las temperaturas empiecen a ser inferiores a los diez grados positivos dejar de regar, esto quiere decir que como mucho regaremos hasta el mes de octubre y solo una vez. Esperar que el sustrato esté completamente seco antes de volver a aportar agua.
Finalmente, como aguanta ligeramente las heladas, puede aguantar alguna siempre que sea muy puntual y no sea muy agresiva. Aparte de esto, de lo único que nos tenemos que preocupar es de no pasarnos con el exceso de agua y así evitaremos posibles pudriciones.


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