La Semperivum Arachnoideum es una planta crasa muy llamativa porque, aunque pueda parecer que en su interior tenga un nido de arañas, todos aquellos que tenéis miedo a estos insectos no sufráis, porque estos filamentos no es nada más que una decoración y una forma de protección que hace la misma planta. Cómo podemos imaginar, su nombre vulgar será algo relacionado con las arañas, y así es, se llama Siempreviva de arañas y procede del norte de África y la Europa meridional.
Esta planta forma unas rosetas pequeñas, de unos cinco centímetros de diámetro a pesar de que tiene una capacidad muy grande para desarrollarse en aquellos lugares donde no hay nada más, ofreciéndonos un manto muy espeso y vistoso. Pero si tenéis intención de cubrir una superficie considerablemente grande, no tengáis prisa, porque es de crecimiento lento. Los filamentos que he mencionado antes se generan en el centro de la roseta para proteger los brotes más jóvenes, y a medida que la planta se va abriendo, los filamentos también lo hacen.
La floración normalmente se da en verano, pero la siempreviva puede tardar muchos años a florecer por primera vez, y solo lo hará si está en las mejores condiciones. Y unas buenas condiciones serían una iluminación directa, es indiferente si el sol es muy caliente. Es también muy común plantarlas a aquellos jardines donde haya rocallas o sean muy pedregosos. No tenéis que sufrir tampoco por el frío extremo, porque se adapta sin muchos problemas. Podremos observar que ante un frío extremo las hojas se vuelven de color rojo, pero es completamente normal.
El riego no tiene que ser muy abundante, pues esta planta está perfectamente adaptada a la sequía, esto no quiere decir que no lo tengamos que regar nunca. Si hace frío, solo con regarla una vez durante todo el invierno es suficiente y cuando haga calor, durante la primavera y el verano, regar un par de veces al mes será más que suficiente. Eso sí, antes de regar otra vez, nos tenemos que asegurar que el sustrato está completamente seco.
Es muy importante no excederse con el riego. Si os pasáis, podréis afectar a las raíces con pudriciones y el ataque de hongos que aparte de ser difíciles de tratar, puede llevar la planta en la muerte.
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