Hoy os presento uno de mis cactus preferidos y considero que es de los más curiosos que he visto por la forma que tiene y por lo poco que se sabe. Se trata de la Mammillaria Candida. Se conoce con el sinónimo científico de Mammilloydia Candida, pero este nombre está registrado en un género aparte. La conocemos también con el nombre vulgar de Biznaga Bola de nieve. Proviene del nordeste y centro de México.
Cuando es pequeño es una bola perfecta redonda y blanca (a pesar de que su cuerpo realmente es de color verde-azulado). Digo que es blanca porque las espinas, con el tiempo se vuelven más cespitosas (por quienes no sepa qué quiere decir: esta palabra hace referencia a las espinas que crecen en forma de mata muy espesa) ganándose el nombre de bola de nieve, porque si te lo miras bien, es a lo que recuerda. En conjunto, cada areola (grupo donde se unifican las espinas) tiene entre treinta y cincuenta espinas radiales increíblemente pequeñas (unos cinco milímetros) seguido de una docena de centrales blancas o rosadas que acostumbran a ser más rígidas.
En cuanto a la floración, sucede en la primavera ofreciendo unas flores rosadas con una mezcla de color crema y una línea de rojo en medio en forma de corona que todavía favorece este ya curioso cactus. Necesita estar a pleno sol y disfrutar de temperaturas altas. En invierno, es mejor no exponerlo a temperaturas inferiores a los cinco grados positivos.
Finalmente, para regar mejor no regarlos mucho (es una de las especies de Mammillaria que menos agua necesita, por eso se ha de tener en cuenta el exceso de agua y humedad ambiental, puesto que esto puede provocar su muerte.) Esto quiere decir que en la primavera y verano se tienen que regar poco siempre mirando que la tierra esté siempre seca. A medio otoño dejar de regar hasta la primavera siguiente.
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