Os presento una suculenta que literalmente es única. Se trata de la Fenestraria Rhopalophylla y se conoce con el nombre vulgar de planta ventana (este nombre le viene del latín Fenestra) o también con sinónimo científico de Fenestraria Aurantica. Procede del sur de África. Es una planta extraña y curiosa a la vez que no supera los cinco centímetros de altura. Se compone de unas hojas pequeñas de color verde claro con la punta transparente (esto es debido a la falta de clorofila).
Requiere luz solar directa para poder sobrevivir, al contrario, si no tiene la suficiente iluminación, muere. Si tiene una iluminación correcta, producirá unas flores blancas de unos tres centímetros de diámetro, y la floración aparece entre el verano y parte del otoño.
El riego tiene que ser muy moderado en verano y bastante ligero en primavera. Por eso os recomiendo que cuando regáis lo hagáis de la siguiente manera: una vez cada quince días en la primavera y una vez a la semana en verano. Cuando se acerque el final del verano y empiece el otoño, cuando las temperaturas mínimas empiezan a bajar de los quince grados, dejar de aportar agua inmediatamente, puesto que esta especie necesita un reposo invernal de entre ocho y catorce grados positivos.
Para acabar, su mayor enemigo es el exceso de humedad que provocará una pudrición muy rápida de la planta.
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